Llevo once años en el mundo audiovisual, los cuatro últimos en fotografía. Como podréis imaginar varias veces me he encontrado en situaciones que no he podido resolver con los conocimientos acumulados hasta entonces. podía imaginar por donde iban los tiros pero faltaba esa dosis de conocimiento extra. Además de todos los textos en papel que han pasado por mis manos, cada vez son más las ocasiones que aprendo de otros colegas que publican sus conocimientos y experiencias en sus blogs. Creo que ha llegado el momento de devolver a Internet lo que me ha dado hasta ahora.
La Luz
Entre el momento en que se emite la luz hasta que un espectador ve la imagen final todo en la fotografía trata sobre la manipulación de la luz. Para conseguir in situ la imagen más parecida al resultado final que queremos tendremos que manipular la luz de varias maneras. Puede ser modificando la fuente de luz misma como por ejemplo desplazándola o variando su intensidad. Puede que tengamos que modificarla interponiendo algún modificador en su camino como podría ser un difusor, un filtro de color o un polarizador. Quizá incluso tendremos que modificar la escena como podría ser inclinando ligeramente un objeto o pulverizando un difusor para evitar brillos. Por último en base a la luz disponible y al resultado final deseado, tendremos que escoger una combinación de exposición y editar la imagen. Todo esto para conseguir la combinación deseada de luces y sombras.
Si tuviera que encontrar una buena analogía escogería la del compositor de música. Este, como el fotógrafo, trabaja con una forma de energía más que con materia como lo haría un pintor o un escultor. Además el trabajo de ambos consiste en conseguir una mezcla equilibrada entre esta energía y su ausencia. El compositor busca el orden entre el sonido y el silencio y el fotógrafo entre la luz y la oscuridad.
Solemos llamar luz a la parte de la radiación electromagnética que puede ser percibida por el ojo humano. En física el término es más amplio e incluye todo el campo de la radiación conocido como espectro electromagnético, mientras que la expresión luz visible señala específicamente la radiación en el espectro visible.* Su partícula portadora elemental es el famoso fotón, de masa cero y velocidad en el vacío constante.
Como puede verse en esta representación el campo eléctrico y el campo magnético son perpendiculares entre si. Esta propiedad nos será util para polarizar la luz y solucionar problemas de reflejos en ocasiones concretas. Veremos este tema más delante.
Aunque la velocidad de propagación de la luz en el vacío es constante la frecuencia de su campo electromágnetico puede variar. A mayor energía más alta es la frecuencia. Esta carecterística es observada por el ojo humano como un cambio de color en la luz. La frecuencia más alta dentro del espectro visible la percibimos como violeta pasando por todos los colores visibles hasta el rojo en la frecuencia más baja.
Aunque me parece conveniente conocer estos aspectos físicos, los fotógrafos no hablamos de la luz en estos términos. Nos interesa poder describir la luz que vamos a manipular en términos más sencillos sin tener que conocer su origen físico ni tener que ir a la Wikipedia para saber de qué estamos hablando. Así, a partir de ahora, describiremos la luz como una combinación de brillo o luminosidad, color, contraste y polarización.
Brillo o Luminosidad
¿Recordáis los fotones de los que hablábamos antes, la partícula elemental responsable de la luz? Pues pensad en el brillo como la cantidad de fotones por unidad de superficie en un momento dado. Aunque para conseguir la imagen en mente todos las características de la luz son importantes, el brillo es, seguramente, el aspecto más importante. Tened en cuenta que tratamos de capturar la luz y las sombras que esta genera y para ello hace falta un mínimo de luz.
Con una fuente de luz muy poco brillante obtendremos una imagen oscura y unas sombras poco manipulables. Podríamos subir el ISO o alargar el tiempo de exposición pero si la fuente de luz no es suficientemente brillante obtendremos una imagen con mucho ruido electrónico. Una luz escasa tiene también el inconveniente de que nos fuerza a utilizar unos parámetros de exposición no adecuados para la apariencia que queremos dar a la imagen. Puede que tengamos que alargar la velocidad de obturación impidiendo que podamos congelar el tiempo, quizá nos obliga a abrir el diafragma y perder la profundidad de campo deseada o a subir el ISO y empastar la fotografía.
Una fuente de luz adecuada nos permite un margen de maniobra más amplio a la hora de exponer. Una luz de brillo excesivo también nos va a imponer un determinado rango en los parámetros de exposición pero siempre será mejor esto que la falta de luz.
Color
El color es un tema enrevesado; son muchos los actores que participan desde que se emite la luz hasta que nuestro cerebro la interpreta. Por eso lo esbozaremos a continuación y más adelante le dedicaremos todos los capítulos que necesite.
Para empezar tenemos que olvidarnos de la típica representación de los colores que aprendimos de pequeños dibujando arco iris. No existe una separación definida entre lo que comúnmente llamamos colores sólidos; el espectro es continuo. Aún así, como sería impracticable tener un nombre diferente para cada nanómetro del espectro visible se ha acabado agrupando las diferentes frecuencias en seis grupos básicos: violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Cuando la luz está compuesta por una parte igual de cada grupo percibimos la luz como blanca o incolora.
Podemos simplificar todavía estos grupos reduciéndolos a tres, los llamamos colores primarios: rojo, verde y azul. Al igual que con los grupos anteriores si mezclamos estos tres colores en proporciones iguales nuestro cerebro percibe la combinación como ausencia de color y llamamos a esta luz blanca. Es más, podemos conseguir el resto de colores con diferentes combinaciones de estos tres colores primarios.
No todas las fuentes de luz son blancas y aunque en la vida real nuestro cerebro puede hacer correcciones para compensar la predominancia de uno u otro color, nuestra cámara no va a hacerlo con la misma precisión. El procesador de la cámara sólo podrá intentar corregir automáticamente el desequilibrio de color de la luz predominante. Esto implica que si dos fuentes de luz de diferente color iluminan nuestra escena sólo una de ellas podrá ser corregida en cámara, la otra parecerá tender o hacia la parte azulada del espectro o a la parte rojiza. Más adelante veremos como corregir esto.
Para poder controlar con precisión el matiz de color que está iluminando nuestra escena en fotografía utilizamos la escala Kelvin. Así por ejemplo podemos hablar con precisión de una luz de 9000 K en vez de hablar de una "luz de cielo azul de mediodía parcialmente nublado". Nos referimos a esta medida como temperatura de color. ¿Qué tiene que ver la temperatura con el color? Esta escala hace referencia a la comparación del color de la fuente de luz con la que emitiría un objeto negro ideal calentado a una determinada temperatura expresada en la escala Kelvin.
Contraste
El contraste es la diferencia de intensidad entre un punto y sus puntos adyacentes. En esta imagen podéis ver como la diferencia entre el cuadro oscuro de la derecha y el fondo es mayor comparada con el cuadro de la izquierda; el cuadro de la derecha está más contrastado.
El contraste nos permite detectar los bordes de los objetos y la textura de los materiales y la fuente de luz que utilicemos nos ayudará a controlarlo.
Obtenemos un mayor contraste cuando la luz incide sobre el objeto o la escena desde el mismo ángulo. Por el contrario si la luz incide desde diferentes ángulos reducimos el contraste.
Este efecto influye también en las sombras. Cuando la luz proviene mayoritariamente del mismo ángulo obtenemos unas sombras duras, perfiladas y habitualmente oscuras ya que no hay suficiente luz que provenga de los laterales para aclararlas. En el caso contrario, cuando aumenta la cantidad de luz que proviene de diferentes ángulos y entra en la zona de sombras, estas suelen aclararse y se difuminan sus bordes, obteniendo unas sombras blandas. Por este motivo a las luces de alto contraste las llamamos también luces duras y a las de bajo contraste luces blandas.
Un buen ejemplo para entender el concepto de luces duras y blandas y como esto tiene que ver con los ángulos de incidencia lo tenemos en el exterior bajo luz solar. Salid al exterior, de día. Si es un dia despejado veréis que vuestra sombra es densa y tiene un contorno nitido. Esto es porque estáis siendo iluminados por un único punto de luz y, virtualmente, todos los haces de luz provienen del mismo ángulo. Imaginad que pasaría si una nube se interpusiera entre el sol y vosotros. La nube dispersaría los haces de luz, difuminándola. La luz ya no os llegaría desde un mismo ángulo sino que infinidad de haces os llegarían desde todas la superficie de la nube. Algunos continuarían llegando desde el mismo ángulo que antes y crearían la misma sombra, pero como habría otros que llegarían de los laterales e iluminarían parte de la sombra esta se difuminiaría.
De este ejemplo podemos sacar una conclusión; el tamaño aparente de la fuente de luz influye en el contraste. Aclaremos el concepto de tamaño aparente o tamaño efectivo. Aunque el sol es una fuente de luz inmensa, en aparencia es un pequeño punto en el cielo. La nube sin embargo, iluminada por la luz solar, es aparentemente de mayor tamaño que el sol. Una fuente de luz pequeña es siempre de alto contraste y tenderá a ser mas blanda a mayor tamaño.
Finalizaremos aclarando que aunque podemos modificar el contraste de la imagen controlando las fuentes de luz también hay otras maneras para modificarlo y otros aspectos que influyen en él. El material, la exposición, el revelado y el retoque influyen también considerablemente en el contraste de la imagen final. Igual que con el apartado del color, más adelante ampliaré la información sobre el contraste.