A lo largo de nuestros años en la fotografía de interiores nos hemos encontrado con compañías que dudaban si contratar fotografía profesional. El problema radicaba en que erróneamente la veían como un gasto en vez de como una inversión. Por suerte, después de trabajar con nosotros, han cambiado de opinión.
Os comentamos en este artículo lo que hemos sacado en claro después de más de una década de experiencia.
En la actualidad las fotografías en la web de una agencia o de un portal inmobiliario son lo primero que ven los potenciales compradores cuando están buscando una propiedad. Ya no nos paramos a mirar escaparates; sabemos que esos anuncios no representan todo el catálogo ni nuestros intereses y que seguramente estarán desfasados comparados con el catálogo publicado on-line.
Las fotografías son la primera tarjeta de presentación de una agencia inmobiliaria de venta y alquiler, de una empresa de alquiler vacacional y de un estudio de reformas. Si esas fotografías tienen una calidad por debajo del standard es muy probable que los visitantes de la web crean que la compañía también está por debajo del standard. Sin embargo si ven profesionalidad en las fotografías asocian directamente esa profesionalidad con la empresa. Y es una visión acertada ya que revela claramente la intención de la agencia o estudio: mostrar su oferta de una manera clara, realista y profesional desde el principio.
La fotografía profesional, aunque parezca paradójico, ayuda a reducir gastos y tiempo. Si las fotografías no muestran correctamente las propiedades alguien interesado en comprar o alquilar tendrá que visitar muchas de ellas para poder hacerse una idea real del estado y las posibilidades de la propiedad. Eso implica un gasto de tiempo y desplazamiento para el agente. Sin embargo, como nos comentan las agencias para las que trabajamos, cuando el posible cliente ya puede ver en las fotografías de la web cómo es real y sinceramente la propiedad tan sólo escoge aquellas que sabe que le gustan y visita aquellas en las que está realmente interesado. Esto tiene dos grandes ventajas: el agente se desplaza menos y el cliente en vez de sentirse decepcionado por ver muchas propiedades que no son de su interés se siente en manos de un profesional al ver que todo lo que visita le atrae.
Existen otros aspectos psicológicos importantes. Por un lado un fotógrafo profesional fotografía las propiedades de manera que el espectador se siente como si estuviera en ellas. Transmitimos una sensación, un mensaje, en vez de meramente apretar el botón de la cámara. Por otro lado, y es otra cosa que nos comentan nuestros clientes, si el propietario interesado en vender o alquilar ve que la agencia está haciendo un esfuerzo en mostrar la propiedad en todo su esplendor entiende desde el principio para qué sirven las comisiones y no tiende a malinterpretar que la agencia es únicamente un intermediario. En definitiva, el vendedor también ve desde el primer momento profesionalidad.
Todo esto en números se traduce de la siguiente manera de forma aproximada. Los anuncios con fotografía profesional atraen un 70% más la atención y se venden un 30% más rápido con menos visitas. A nivel comercial significa que si tú y tu competencia tenéis la misma propiedad en cartera el que tenga fotografía profesional tiene más probabilidades de venderla o alquilarla antes. Este incremento en visitas y velocidad se mantiene muy parecido tanto si hablamos de anuncios de venta y alquiler de casas y apartamentos como anuncios de alquiler de habitaciones privadas en portales de alquiler temporal, vacacional y universitario.
Dicho de otra forma, la fotografía profesional es una inversión en imagen y ventas.
Si hemos aclarado algunas dudas y estás interesado en profesionalizar el servicio de fotografía de tu negocio es un buen momento para pasarte por nuestro portfolio y contactar con nosotros.