Ubicada cerca de Òdena, Barcelona, y rodeada de olivos, esta apartada masía nos parece la esencia de la tranquilidad rural. Se llama Sierra Cristal.
Este reportaje, tan extenuante como gratificante, fue uno de esos proyectos de un día entero a los que Jolly y yo estamos acostumbrados.
Aprovechamos cada rayo de sol para capturar la esencia de la villa, sin parar ni un momento excepto para disfrutar de los sabrosos platos que nos prepararon para comer. Sí, si los huéspedes lo desean, la masía incluye servicio de catering: desde levantarte con un delicioso olor a café hasta disfrutar de una cena servida en el jardín.
Sierra Cristal es una villa versátil que puede configurarse como apartamentos independientes o como una gran vivienda. La planta principal cuenta con una cocina profesional y salones espaciosos para que una treintena de personas se sientan cómodas.
El recibimiento es espectacular. Tras sus muros y gran portón metálico aparece un jardín cubierto de césped que rodea a una gran casa de fachada en ocres y verdes que armoniza con el entorno. La planta baja está dominada por un espacioso soportal de robustas arcadas que da sombra a una zona de descanso y a otra de comedor. Por estas trepan enredaderas y rosales que dan un ligero aroma floral a todo el jardín. A un lado de la casa una piscina -que puede cubrirse en invierno- y un solárium se abren a las vistas de los prados que se extienden junto a la Riera d'Ardesa hasta Igualada.
Agradecemos enormemente a Lázaro, anfitrión y gestor de este proyecto, por su colaboración y dedicación durante este reportaje fotográfico. Sabemos que con tanta pasión, Sierra Cristal será un éxito.